viernes, 12 de julio de 2013

El Color de la Luz y su Intensidad



A lo largo del día apreciamos variaciones en el color de la luz. Esta variación influye significativamente en que el ambiente de la fotografía final sea más cálido o más frío.

La temperatura de color de la luz se mide en grados Kelvin. La luz tenderá a los tonos azulados cuanto mayor es la temperatura de color, y cuanto menor sea la temperatura de color la luz será más viva en tonalidades rojizas. Así, atendiendo a las condiciones de iluminación, podemos asignar los siguientes valores aproximados: 8.000º K para la sombra en un día claro (color azulado), 6.000º K para el cielo nublado, 5.500º K para un día claro, 4.000º K para la iluminación de una lámpara fluorescente blanca, 3.000º K para la iluminación de una lámpara incandescente de luz blanca, 2.000º para la luz de una vela (color rojizo).

Para corregir las dominancias de color en nuestras fotografías, en el caso de hacer uso de la película fotosensible tendremos que recurrir a filtros correctores de color, y en la fotografía digital emplearemos el balance de blancos, después de todo, el balance de blancos tiene por finalidad el equilibrio de color.

Intensidad de la luz:

La intensidad de la luz es lo que conocemos por luminosidad, en una palabra cuánta luz hay, no de que tonalidad o color. Por tanto no debemos confundir la temperatura de la luz con la intensidad. Sirva como ejemplo que: aunque aumentemos el número de tubos fluorescentes en una habitación no habremos modificado el color de la luz, tan solo habremos aumentado su intensidad.

La intensidad se mide en Lux o Candelas por centímetro cuadrado.

Gracias al fotómetro, ya sea de tipo manual o incorporado en la máquina fotográfica, podemos medir la intensidad de la luz para asignar los valores apropiados de velocidad y diafragma, a fin de lograr una exposición correcta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario